martes, 8 de marzo de 2016

La limpieza facial

Uno de los gestos más importantes y necesarios para cuidar la piel de tu rostro es la limpieza. Hay expertos que recomiendan lavar el rostro una vez al día, otros en cambio dos. Lavarlo más veces puede resultar agresivo para nuestra piel.

Si lo haces solo una vez al día, indudablemente debe ser por la noche, ya que se acumulan impurezas (suciedad, polvo) y restos de maquillaje que hay que eliminar. Puedes utilizar un gel o jabón suave, o si vas maquillada, los nuevos aceites desmaquillantes, aunque estos últimos conviene aclararlos despues aunque sea con agua.

Incluso si no te maquillas, tu rostro acumulara impurezas de la polución, de tocarnos la cara con las manos, etc...Es la parte del cuerpo que, junto con las manos, está todo el año expuesta a todo, frío, calor, sol, polución, viento.

Por la mañana también se beneficiará el rostro si nos damos un enjuague, aunque sea con algún producto más rápido, como puede ser agua o gel micelar, o incluso  leche desmaquillante, sólo si tienes el rostro muy seco, aunque siempre puedes hidratarlo a continuación. Las leches desmaquillantes están prácticamente en deshuso por que dejan un ligero residuo graso que dificultan la penetración del tratamiento posterior.

Ten en cuenta que por la noche aumenta la secreción natural de grasa de la piel, sobre todo si tu piel tiene tendencia a ello. Eliminando ese exceso de grasa devolveremos al rostro toda su luminosidad. Y de este modo, el tratamiento que apliquemos posteriormente se absorberá mucho mejor.

Para ello, debemos elegir productos que sean suaves para nuestra piel, (no hace falta que nos lavemos la piel con "fairy"), así que elige un producto que no sea muy agresivo y que no te reseque. No tienes que notarla tirante después de lavarla. En muchos sitios nos dan estos consejos pero...¿como sabemos si ese producto será suave?, ¿probándolo? ¿y si no cumple nuestras expectativas, que hacemos con él? En nuestro blog puedes encontrar información sobre los tipos de tensioactivos que componen los geles, y aprender así a buscar los más suaves en las etiquetas.


Jabón de Avena

Ten cuidado con los productos específicos para pieles grasas, muchos principios activos de los llamados astringentes, pueden acabar dañando tu piel a la larga. Como por ejemplo el alcohol, que además de resecar tu piel, con el consabido "efecto rebote", también la envejecerá, ya que oxida tu piel creando "radicales libres". También le tenemos reservado un hueco (al alcohol desnaturalizado, o "alcohol denat", como aparece en el INCI) para hablar de él algo más extensamente.

Y tampoco hace falta que te gastes mucho dinero en prodigiosos productos cargados de principios activos novedosos, ya que solo van a estar en tu piel durante unos breves instantes, y luego los vas a enjuagar, así que no dará tiempo a que tu piel los absorba como debiera.

Este simple gesto hará que nuestra piel mejore considerablemente.



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